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Julian Assange, en una imagen de archivo

En defensa de Julian Assange

La libertad de expresión y la razón de Estado

 

Razones, no de Estado, sino de establo.
Baltasar Gracián, El Criticón

¿En qué momento los Estados Unidos de América perdieron su futuro?

Es difícil responder a esta pregunta. Tal vez, en el decurso de la Historia, una serie de acontecimientos con un denominador común constituya un hito a partir del cual ya no exista la posibilidad del retorno y comience, a partir de ahí, la decadencia de las naciones. En general, la expansión de los imperios suele chocar no tanto con un obstáculo externo cuanto con una contradicción o disyunción interna. Sigue leyendo

CONTRE L’INDIFFÉRENCE ET L’OUBLIE / Contra la indiferencia y el olvido

Los pasados 8 y 9 de Octubre, Baltasar Garzón tuvo la gentileza de aceptar una invitación de la asociación Contraluz para presentar su último libro, La Encrucijada, en Aviñón. Asimismo, dicha asociación cultural y José Membrive, editor de Carena, solicitaron mi presencia para hablar del libro y coordinar el debate que tuvo lugar a continuación con el público en el Théâtre des Carmes de esa ciudad francesa. Si bien la presentación y debate se desarrollaron durante el sábado 9 de Octubre, el día anterior se destinó a revisar el caso Julian Assange (de quien Garzón es el coordinador de su defensa) mediante el pase de la película Hacking Justice, de los realizadores Clara López Rubio y Juan Pancorbo. La asistencia del público aviñonés desbordó todas las previsiones gracias a la calurosa difusión que tanto la prensa como distintos entornos culturales dieron a este evento. Sólo cabe agradecer la presencia de Dolores Delgado, antigua ministra de Justicia y actual Fiscal General del Estado Español, y de Clara López Rubio (corealizadora de la película) durante estas dos jornadas. Por mi parte, y como reseña del acontecimiento, me limito a dar el texto que sirvió para presentar la obra de Baltasar Garzón, tanto en francés como en lengua española. Así pues, el lector de Text&Context podrá conocer esta primicia antes de leer el ensayo de Baltasar Garzón: La Encrucijada.

Aviñón, la ciudad de los papas.

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Solo Bacon pudo hacerlo

Nota breve acerca de su obra dibujada

Francis Bacon sobre Lucien Freud

Obra de Francis Bacon sobre Lucien Freud

Tantas cosas se han dicho sobre Francis Bacon (Dublín, 1909 – Madrid, 1992) que cuando tuvo lugar la presentación de su «obra dibujada» nadie creyó realmente que tal cosa fuera tangible. Ciertos críticos, galeristas, escritores o periodistas, que fueron informados de la iniciativa tomada por la Francis Bacon Collection of the Drawings donated To Cristiano Lovatelli Ravarino para presentar esa producción, estimaron que la misma no era otra cosa que una invención de sus promotores. Sin embargo, y a pesar de que el propio Bacon declarase no pocas veces que su capacidad para el dibujo era, de hecho, casi nula, las exposiciones celebradas en Londres, Madrid, Avilés y Valencia, desmintieron esas y otras manifestaciones similares. Por el contrario, mostraron la potencia de una obra que, si bien oculta por razones que su propio autor nunca quiso desvelar, hundía sus raíces en las primeras tentativas pictóricas que Francis emprendiera desde muy joven. Sigue leyendo

Una casa sin fronteras

Si hay una década en la España «moderna» que ha sido mitificada hasta el delirio, ésa, sin duda, es la de los años ochenta. Después de conjurar los fantasmas más temibles del pasado, y tras superar la tentativa de golpe de Estado habida en 1981 —que sirvió para afianzar la monarquía y abandonar toda pretensión republicana—, la nueva situación, perfectamente acordada, permitió liberar energías que pugnaban por realizarse en todos los órdenes de la vida. Uno de esos órdenes o estructuras —el literario— experimentó un desarrollo inusitado. Así, por ejemplo, en las capitales más importantes del Reino, florecieron revistas, tertulias, editoriales y espacios diversos donde la novela, la poesía, el teatro y demás géneros alcanzaron cotas ciertamente admirables. Nunca, antes, se había producido una eclosión semejante.

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Un encuentro fortuito

Novelas y poemas, películas y series televisivas nos hablan, cuando tratan de aproximarse a la historia de la ciudad francesa de Aviñón, de un conocimiento oculto, cabalístico, diseminado en edificios y monumentos, plazas recoletas, iglesias y monasterios que, valiéndose de signos herméticos, nos transmite un saber cifrado a lo largo de los siglos de carácter esotérico.

Aviñón, la ciudad de los papas.

Ningún escritor célebre ha publicado una guía que acierte a darnos noticia de ese tesoro escondido de hallazgos imprevistos. Solo Lawrence Durrell, en algunos de sus libros, pero sobre todo en su magna obra El quinteto de Aviñón despliega, no sin cautela, ciertos arcanos que velan ese compendio de señales y avisos que envuelven, con halo enigmático, la vieja ciudad que fuera sede papal de antiguos reinados pontificios. Sigue leyendo

Viaje al corazón de La Camarga

Para Andrée Santoni, porque si bien todo viaje abre en nuestra vida una perspectiva inédita, también, y simultáneamente, nos aporta una clara noción acerca de nosotros mismos: la del límite.

La vasta obra de Lawrence Durrell, El Quinteto de Aviñón, termina en Saintes-Maries-de-la-Mer para hacer de este enclave marinero  —lugar de peregrinación del pueblo gitano y capital de La Camarga— el símbolo exotérico de la renovación de la vida o nueva era, edad que se anuncia como triunfo sobre la ciega fuerza de la entropía. Alrededor de su iglesia, construida entre los siglos XI y XII, se arraciman las viviendas, como si éstas quisieran defenderla creando un círculo de protección, un dédalo fantástico de callejuelas y plazoletas que anudasen al mar la esperanza o el sueño de tantos peregrinos como suelen visitarla cada año. De la devoción a Marie-Jacobé y Marie-Salomé dan fe los numerosos y delicados ex-votos que adornan las paredes del templo, muestras de agradecimiento por los muchos favores recibidos. Al fondo de la iglesia, en la cripta, hallaremos la figura de Sara, la Virgen negra, a la que todos los gitanos llegados de no importa dónde veneran con tanto fervor como entusiasmo arrebatado.

Por el valor simbólico que adquiere el lugar, por sus muchas comodidades y amables tentaciones, iniciamos este viaje al corazón de La Camarga bajo la advocación de esa fuerza, entre telúrica y marina, que emana del lugar, y que Durrell sitúa en los confines de un misterio que no por oculto resulta menos evidente a lo largo de su obra.

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